lunes, 22 de diciembre de 2014

Divergencias en torno de unas libretas

Aunque desde luego no sea tan conocida comparada con las fotos, Facebook siempre ha tenido también una función para escribir y publicar notas, que el novato no ha de confundirse con las meras actualizaciones de estado del cuadro ¿Qué estás pensando? pues éstas diferencian el cuerpo del título y además admiten un conjunto básico de etiquetas HTML para dar formato. Se permite comentarlas, etiquetar a personas, indicar que a uno le gustan y compartirlas; al igual que el selector de público, estos principios básicos de las publicaciones de Facebook no les son ajenos. Por suerte para la producción de textos de calidad, se pueden guardar borradores y no se está sujeto a las limitaciones de caracteres de las publicaciones ordinarias.
Como usuario asiduo de la función Notas, percibo no obstante una importante carencia, la de categorizar esos escritos que, ensayos o cuentos o apuntes de clase, se dan por denominar notas. En efecto, y en analogía con lo que ocurre en la vida real, las fotos se pueden agrupar en álbumes según inacabables criterios; ¿no sería interesante que exista una analogía de la misma naturaleza para separar las notas personales de carácter ensayístico de las que son apuntes de clase o que hacen las veces de bitácora de un viaje? Me ilusiona simplemente imaginar, del mismo modo que elegido un álbum de fotos uno puede ir apretando Anterior o Siguiente al tiempo que alguna pequeña concurrencia le dice frases al estilo de volvé para atrás o seguí pasando, se pueda para el caso hacer lo mismo respecto de lo que se ha ido escribiendo respecto de unas vacaciones.

Llegados a este punto y visto el título de la entrada, muchos ya se habrán percatado de por donde va la cosa. Dicen que «la paciencia es la madre de la ciencia», de modo que infiero que no seré asesinado si me alargo un poco más, sólo un poco más, antes de llegar al núcleo.
Dada la anterior carencia, se me ocurrió sugerir su implementación a Facebook a través del formulario correspondiente en el Servicio de ayuda. Sumado a que en general estos formularios para enviar opiniones en servicios web son como la mayoría de cartas de los lectores de los periódicos en cuanto no se suelen responder ni en el caso que nos ocupa implementar, la Declaración de derechos y responsabilidades de Facebook especifica en su sección 2.5 que del mismo modo que el usuario no está obligado a proporcionar comentarios ellos no lo están a compensarlo por ellos. Sin embargo, perdido por perdido lo intenté... quién sabe, capaz es más relevante de lo que pienso y en unos años lo vemos implementado: cuando allá por 2011 esta red social vía web era muy poco accesible con lectores de pantallas y para colmo lo era cada vez menos debido a los rediseños reporté problemas y hoy, aunque los avances notables se hayan empezado a ver recién en el 2013, la accesibilidad de la web de escritorio es bastante más que aceptable.

Pero no estoy escribiendo esta entrada para ufanarme de lo observador que soy al haber reparado en la actual imposibilidad actual de organizar notas en Facebook y el consiguiente envío de uno más entre tantos informes de sugerencias. Después de todo, concebí este blog para tratar temas que involucren simultáneamente a la informática y cuestiones del idioma, y hasta aquí mi proceder sólo es relevante en el ámbito informático. Y es que al fin, para el júbilo de quienes lo habían adivinado cuando les pedí paciencia, toca referirme al proceso de pensar en la noción análoga al mundo físico por la que clasificar las notas, para consignarla en la sugerencia remitida:
Las fotos, como en la vida real, pueden separarse en álbumes. Hubiera sido muy fácil extender esta metáfora a las notas, pero lo cierto es que en la vida real un álbum de notas no cuadra. En español se podría optar por las nociones de cuaderno, libreta o anotador, todas equivalentes en papel como los álbumes de fotos subidas respecto de las reveladas y pegadas en un álbum «ainformático».

Ahora bien, ¿qué concepto se emplearía en inglés siendo que, a pesar de poder llenar el formulario para mandar sugerencias en español, el público de Facebook es mundial y todas las funciones no dirigidas a países específicos se adaptan desde el inglés estadounidense?
Al ir buscando en un diccionario español-inglés las nociones que mencioné anteriormente fui dando con diferentes alternativas, de las que la primera fue book. Sin nada más es descartable pues entra en conflicto con el concepto de libro que en Facebook existe en cuanto un usuario puede especificar los libros que leyó y/o le gustaron y, si bien es cierto que se puede prefijar con otro sustantivo (p. ej. recipe book), para el caso correspondería hacerlo con las ya existentes notes y no, en computación notebook ya es en sí mismo un concepto para referirse a las computadoras portátiles que aspiran a potencia similar a la ofrecida por ordenadores de escritorio; ¿para qué crear un problema de ambigüedad cuando es evitable e innecesario?
De todas las formas que hallé, encuentro jotter la más adecuada: Se puede traducir al español como libreta sin que resulte forzado y no crea ambigüedad alguna. Aunque por sí solo da a entender la concepción para contener notas pues es incluso la más extendida en el mundo real, aun si Facebook conceptualizare jotters de otras cosas podrían desambiguarse con note jotter sin generar malentendido alguno.

Implemente o no Facebook la idea, otra vez fui testigo del rol de la lengua en todos los aspectos de la vida e incluso en ciencias exactas: los contemporáneos océanos digitales confluyendo con las clásicas y hasta cierto punto románticas libretas de papel de la nostalgia, generadoras a su vez de ambigüedades propias estas de la filología y los estudios gramaticales.

sábado, 6 de diciembre de 2014

Interpretaciones cambiantes y no siempre lógicas del vilipendioso Home

Por mirar hacia la parte de arriba de una página web en que se encuentra un enlace para volver a la página que se abre ni bien visitamos un determinado sitio web sin dirigirnos a una URL más específica, por tener un celular medianamente moderno o una tableta que permite colocar accesos directos y notificaciones en lo que también se llama modo en espera y en definitiva es lo visible cuando no se está en ninguna aplicación, cuando configuramos un GPS que permite establecer la dirección de nuestro hogar para poder elegirlo como destino rápidamente, cuando en nuestro teclado pulsamos la tecla para ir al principio de la línea, si en nuestro navegador web queremos cambiar la página que se muestra ni bien lo abrimos, cuando trabajando con programas de Office 2007 o superiores deseamos encontrar un comando que en versiones anteriores utilizábamos con frecuencia, y vaya uno a saber cuántos cuandos más. Lo cierto es que en un sinfín de actividades del ámbito informático está presente el concepto home, e inevitablemente implica problemas en su traducción. Así, como dependiendo del contexto podemos vislumbrarlo traducido como inicio, principal, casahogardomicilio y hasta personalpropio, cuestionémonos un poco las alternativas por que se adoptó en algunos productos de uso cotidiano.

Debería empezar por lo concerniente a navegadores y sitios web pues se trata sin duda del sector más representativo en cuanto a variedad y plataformas, pero he de ceder la parte de arriba al caso de la pestaña Inicio en los programas de Office 2007 y superiores, por haber sido la gran responsable de mi consulta de este tópico con la almohada y la efectiva realización de investigaciones en los otros sectores que más adelante analizaré. Sentado ello, veamos la interfaz siguiente:
Documento en blanco abierto en Word 2013 y la pestaña Inicio seleccionada

La pestaña contiene opciones para transportar datos desde el documento al Portapapeles y viceversa, modificar la fuente y sus atributos, formatear listas, sangrar párrafos, seleccionar, buscar información etc., todas para trabajar con el contenido y no con el documento entendido como un archivo informático. Pienso que Inicio para esta pestaña que en inglés se llama Home no es adecuado.
Según la Academia, inicio indica comienzo. En la fila de pestañas de manera predeterminada es la primera, pero bien puede ocurrir que a través de la categoría de opciones Personalizar cinta de opciones un usuario decida moverla o hasta ocultarla por completo para reemplazarla por una de su autoría, en cuyo caso no sería la primera y tampoco la seleccionada al abrir o crear un documento. Lo que para el caso Home destaca no es el carácter de principio, sino la frecuencia de uso de los comandos contenidos: veremos que muchos de los comandos en versiones anteriores se encontraban en las barras de herramientas Estándar y Formato y otros tantos se podían agregar a estas con el botón Más botones u Opciones de barra de herramientas de cada una de ellas, además de que muchos de los comandos en relación al formato se encuentran también en la pestaña Diseño (de página).
Word 2000 con un documento en blanco abierto y las tres barras de herramientas predeterminadas (Estándar, Formato y Dibujo). Estándar y Formato se hallan en dos filas diferentes

Visto lo anterior y según nos lo define la RAE, el nombre adecuado es Principal:

1. adj. Dicho de una persona o de una cosa: Que tiene el primer lugar en estimación o importancia y se antepone y prefiere a otras.
2. adj. Dicho de una persona: Que es la primera en un negocio o en cuya cabeza está.
3. adj. Esencial o fundamental, por oposición a accesorio.

Satisfecho —aunque por el momento sea sólo en el marco del vilipendioso Home— mi costado lingüístico-cuestionador con Microsoft Office, ya mismo procedo a ocuparme del importantísimo terreno de los navegadores y páginas web. Para el caso de las últimas, en que a menudo en la parte superior existe un enlace para ir a la página que se abre ni bien se visita el sitio web en cuestión, decantarse en la traducción de Home por Principal o Inicio no es tan sencillo porque, si bien el significado siempre responde a la noción de comienzo que da vida al concepto de inicio (si se me permite considerar la etimología latina initium cual abuela), la mayoría de las veces es también en torno a la que giran las demás. Y es que digo bien la mayoría de las veces, porque a pesar de ser raro he llegado a ver una web en que la página de inicio se limitaba a dar a elegir el idioma, respondiendo Home luego únicamente a lo que considero parte de las nociones de Principal.
Como no todo es el fin del mundo, y aparte de que en general sea una empresa cuyas políticas en lo concerniente a las traducciones me encantan en la teoría y en la práctica, considero que la aproximación que adoptó Facebook de llamar Inicio a Home es correcta: el hecho de que esa página es el comienzo no es personalizable (se puede ingresar la URL de un grupo, página, perfil o hasta nota específico, pero no podemos configurar que en caso de no dirigirnos a nada especial se nos lleve a otra área tal como podemos fijar por ejemplo en programas de correo), y aunque para mí tiene principalidad debido a la variada índole de cosas que en ella confluyen, aquella es subjetiva pues no faltan quienes no les interesan las Noticias y van directamente, para el caso, a ver si tienen notificaciones, mensajes o incluso a dar cuenta de algo como un trabajo en el perfil. Objetivamente principal, no me cabe duda, es el chat, cuya importancia radica en estar disponible en todas las páginas y hasta llamar la atención cuando en las computadoras nos hallamos en otra ventana.

Tratada la problemática en las páginas web volvamos a pegarle a Microsoft, aunque justo es avisar que no en carácter de fanático de ningún frente de la guerra Windows c/ GNU/Linux próxima —si no análoga— a River-Boca, Real Madrid-Barcelona, Ford-Chebrolet o cualesquiera equivalentes que encuentren en sus países.
Enfocándonos de nuevo, vimos que en los sitios web es la página de inicio o principal la que se abre al visitarlo sin dar detalles y, en muchísimos casos, en torno a la que giran las otras que lo constituyen. Ahora bien, los exploradores o navegadores permiten configurar una página que se abrirá cuando no los invoque otro programa, en definitiva cuando el usuario los abra de la manera más habitual, cuando con la característica falta de rigor conceptual al usar un dispositivo al pasar piense en «entrar a internet». En efecto, otra vez nos topamos con la idea de home page y el escollo que implica su traducción; veamos, pues, la forma actual y un poco del pasado en que se abordó en el diálogo Opciones de Internet del Panel de control de Windows:

En el diálogo en español no sólo se nota que mezclaron las dos nociones, sino que efectivamente en el pasado se referían a este concepto como página de inicio, lo cual conforme a las posturas que adopté era correcto. Cualquiera que disponga de un Windows anterior al XP (para los que IE 6 es la última versión del explorador de Microsoft que se permite), Windows XP sin haberle actualizado Internet Explorer o simplemente recuerdos de aquellas épocas podrá dar fe de que es así, y simplemente no capturé la pantalla al efecto porque en la máquina virtual que tengo con XP ya está el IE 8 y la que tengo con 98 (¡gran sistema para los juegos basados en MS-DOS!) es en inglés. El caso es que desde IE 7 se cambió por la traducción página principal y, por lo que como veremos enseguida no es sino un descuido, se les mezcló con la traducción anterior.
¿A caso se buscó dar a entender la home page como el camino de regreso y recurrieron por eso a la noción de principal? Ninguno de nosotros podemos saberlo, pero, aprovechando que en conjunción con Alt es la tecla rápida para volver a ésta sin importar en qué página se esté, va siendo hora de prestar atención a la tecla Inicio. Esta tecla que en los teclados completos forma parte del «grupo de seis» y está duplicada en el 7 del teclado numérico cuando éste se encuentra desactivado, en inglés se llama Home y no, considerando su función de llevar el cursor al principio de la línea actual o al primer elemento de una lista, de su nombre traducido Inicio no tengo nada que objetar.

Dije que haría que vieran que mezclar los dos significados en el mismo cuadro de diálogo, si podemos estar de acuerdo que no fue con la intención de emplear sinónimos, no fue sino un descuido pues contexto hay. Poseyendo Windows 7 Ultimate o cualquier edición de Windows 8 u 8.1 pueden descargarse gratuita y oficialmente paquetes de idioma para la interfaz de usuario y las ayudas del sistema y sus programas integrados, lo que aproveché para echar un vistazo a los archivos inetcpl.cpl.mui en <Unidad del sistema que suele ser C>:\Windows\System32 tanto en inglés —\en-US— como en español —\es-ES—. Pueden ver el primer diálogo que figura en el archivo con cualquier editor de recursos de los que hay a montones (yo uso Resource Hacker, que a pesar de su abandono declarado desde 2011 me es funcional), pero como una imagen vale más que mil palabras y ni les cuento dos, aquí dos capturas de pantalla:

Ya a modo de cierre, fíjense cómo los únicos que quisieron hacerse los distintos fueron la gente de Microsoft y, para quienes busquen un ejemplo en que la mala interpretación de Home va más allá de un capricho del lenguaje pues podría acarrear consecuencias desastrosas, dejo a ustedes la tarea de buscar en este mismo blog la entrada de Traducciones que confunden:


¿Y ustedes, leales lectores, dieron en algún dispositivo con alguna otra traducción de home que haya motivado reflexiones semejantes a las anteriores?

sábado, 15 de noviembre de 2014

Traducciones que confunden

Ya lo sé. Muy probablemente vean este título y piensen que es otro de tantos artículos en que traductores, filólogos o simples mortales que como yo se la dan de tales dan cuenta de matices idiomáticos que son normativamente incorrectos pero que, en última instancia, no terminan importando en la práctica falta de entendimiento alguna. Aunque conste que tiendo a escribir con corrección tanto aspirando a mejorar al respecto —leyendo más y recurriendo a fuentes de cierta fiabilidad para evacuar dudas— como fiscalizando la escritura ajena (evitando resultar hiriente o despectivo, inclulcando en su lugar las ventajas que tal mejoría genera en ámbitos profesionales), esta vez se trata de casos reales, testificados con citas textuales y/o capturas de pantalla, en que las traducciones a nuestro idioma dan a entender otra cosa diferente a la prevista y el entendimiento de lo querido a veces requiere conocimientos de la terminología del software en que se aplica. Así pues, vayamos con el «top10»:

Ver accesos directos

Menú contextual de la barra de estado de Microsoft Word 2013 con la opción «Ver accesos directos» resaltada

Lo primero que nos damos cuenta de este menú, que es cierto, es que nos permite mostrar u ocultar información de la barra de estado, aquella tan conocida de abajo de la ventana que en el caso de Word nos muestra datos tan trascendentales como número de página, línea, recuento de palabras o idioma del texto en que nos hallamos y que sin duda es conveniente con el fin de ahorrar espacio adaptarla a nuestras necesidades. Ahora bien, ¿a qué accesos directos se refiere la antepenúltima opción?
La primer posibilidad en que pensé fue que activaría o desactivaría los atajos a distintos paneles y cuadros de diálogo en relación con cada dato mostrado, por ejemplo el número de página que nos informa Haga clic para abrir el panel de navegación. Desactivada o no esta opción estos accesos directos continúan funcionando, ergo no se refiere a los mismos. ¿Tendrá que ver con los de la parte superior? ¡De ninguna manera! Aquellos conforman la cinta de opciones [que reemplaza a la barra de menús] y, independientemente de la ficha o pestaña activa, la Barra de herramientas de acceso rápido, ambas con sendos menús contextuales y hasta cuadros de diálogo de personalización con más opciones, siendo su control desde la barra de estado de lo más improcedente. Así pues, su cometido tampoco anda por ahí.

A modo de flash, se me dio por pensar el más que probable View shortcuts de la versión en inglés, con lo que arribar a la respuesta del interrogante se facilita: La Guía de estilo para español establece que los elementos de las barras de menús deben traducirse como infinitivos —con excepción de Edit por Edición—, lo que incluye el cuasi omnipresente menú Ver. En las cintas de opciones, en contraste, se indica que las fichas o pestañas han de traducirse como sustantivos, y afín en el propio Word desde la versión 2007 tenemos Vista.
Diseño de impresión, Diseño web, Esquema, Borrador (otrora Normal) y Modo lectura (antaño Diseño de lectura) son todos nombres de vistas con funcionalidad para diversos propósitos, por ejemplo ordenación de los títulos en Esquema. Casualmente, además de encontrarse en la ficha Vista y por elección mía Borrador en la Barra de herramientas de acceso rápido, en la barra de estado hay también varios botones que las activan y es ahí cuando me percaté de que la opción que motiva esta sección se encarga de mostrar u ocultar los accesos a estas vistas en la barra de estado, vale decir en la parte inferior.

Como se ve, la traducción por que se adoptó no sólo tiene carácter muy general, sino que tampoco refleja el aspecto de la interfaz sobre el que este elemento del menú actúa. Estoy seguro de que, si la opción estuviera traducida como Accesos directos a vistas, los usuarios que conocemos Word hace años la veríamos más clara, como por citar otra lo es Control deslizante del zoom. ¿Se imaginan lo confusa que sería si estuviese traducida como Ampliar control deslizante o Acercar control deslizante? Nótese que en la hipótesis me decanto por estas posibilidades en razón de que «control deslizante» es la traducción del control que en programación se denomina “slider”.

Posición inicial para conducir a casa

Ventana en los Mapas de Nokia con las opciones Conduc. a casa, Config. destino e Historial, resaltada la primera
Pestaña Navegación en la configuración de los Mapas de Nokia; la opción resaltada es Posición inicial

En el improbable caso de que a alguien le quedara duda de que la aplicación en cuestión es el GPS de la mano de los Mapas de Nokia, el texto alternativo de las imágenes igual lo desvela. Creo asimismo que vistas las dos capturas (una en que se ofrece Conduc. a casa y otra con Posición inicial que aunque en la configuración aparece definida la primera vez que conduje a casa se me pidió literalmente con Definir posición inicial) ya se huelen ya no el error, sino el horror de la traducción.
Mi primer pensamiento, ciertamente anonadado, fue «si esto sólo sirve para volver a casa desde un solo lugar como el trabajo pero nada más entonces es una cagada, aparte de que después la dirección de casa ni se me pidió». Si no son los mejores, los mapas de Nokia tienen fama de ser buenos, tanto que aun la Fundación Mozilla —que en otras áreas tiene contratos con Google— se vale de ellos en su sistema operativo móvil Firefox OS; de ser así, se me tenía que estar escapando algo y, de nuevo, la pasión por el idioma vino en mi ayuda del mismo modo que llegó la reflexión al protagonista de «El gato negro» al ver la figura monstruosa en la pared tras arder su casa en llamas, ¡con la diferencia de no haber cometido ningún crimen!:

«Esto de posición inicial se me pide para ir a casa, y en inglés tanto casa como inicio pueden ser home». Reflexionado esto, ya todo era claro, más cuando con el fin de confirmarlo cambié el idioma del teléfono a inglés y efectivamente la configuración como su solicitud de definirla decían Home position.

Mejor ni pensar en las consecuencias catastróficas que podría tener esta petición confusa si con motivo de una emergencia la función se emplea por primera vez, sin duda espectaculares para un juicio civil por daños y perjuicios.

Opciones de ortografía

Ventana Configuración rápida de JAWS, en cuyo árbol se halla expandido el grupo Opciones de Ortografía y a la derecha se ve la descripción «Este grupo de opciones permite configurar el comportamiento de JAWS cuando deletrea texto»

El lector de pantalla JAWS for Windows ya está por la versión 16 y esta categorización se ideó en la versión 9, con lo que la confusión que pondré sobre la mesa existe desde 2008.
Por el título del grupo, el usuario es proclive a creer que contiene opciones, existentes por cierto aunque no en él, para personalizar la manera en que se indican en programas como Word la presencia de errores ortográficos y gramaticales. La realidad es que en los programas que el lector prevé compatibilidad con los correctores ortográficos tiene opciones específicas. Las de este grupo, tal como se observa en la descripción que se muestra a la derecha, permiten configurar el comportamiento a la hora de deletrear texto. Un más que evidente error de traducción, porque Spelling Options que es como se denomina en inglés, puede significar tanto Opciones de ortografía como Opciones de deletreo.

Con frecuencia los traductores carecen de contexto y no tienen la culpa de los errores pues ni ellos pueden saber en qué circunstancias se van a usar las cadenas, pero aparte de que poco después la propia Freedom Scientific comenzó a hacerse cargo de la traducción y que hasta ese momento el Centro de Investigación, Desarrollo y Aplicación Tiflotécnica de la ONCE (CIDAT) había sido el encargado de la ardua labor, veremos que se tradujo un tema de ayuda cuya mezcla de nociones, si no desidia, refleja descuido cuando después de 10 años la traducción se cambió de manos:

Tema de ayuda Configurar JAWS for Windows, estando visible la sección «El grupo Opciones de deletreo» y nombrándose en el texto como «Opciones de ortografía»

Con este fenómeno del título traducido de una forma y luego el cuerpo empleando la otra ya ni siquiera puede hablarse de la posibilidad de que un equipo haya traducido la interfaz del software y otro las ayudas, porque la inconsistencia se presenta hasta en un mismo tema de la propia ayuda.

Temas de aplicaciones

Menú de opciones dentro de un tema de ayuda en un celular Nokia con S60 3ª Edición. Está resaltada la opción «Temas de aplicaciones» y, entre otras, está «Contenido de ayuda»

En Symbian hay una aplicación de ayuda en la que, tanto las funciones del teléfono como aplicaciones de terceros que tengan ayuda, además de la búsqueda por palabras clave muestra carpetas para cada aplicación y, dentro de éstas, los temas de la aplicación en cuestión. Al entrar a un tema y pulsar Opciones, en el menú que muestro en la captura, hay opciones Temas de aplicaciones y Contenido de ayuda.
Leídas así, la primera vez pensé que Temas de aplicaciones me llevaría a la pantalla principal con las carpetas de todas las aplicaciones y funciones del teléfono que ofrecen ayuda... pero no, la opción que hace eso es Contenido de ayuda, pues Temas de aplicaciones nos regresa a la lista de temas de la aplicación a la que pertenece el tema de ayuda que nos hallábamos viendo, sea que se hubiera llegado al mismo a través de las categorías, la búsqueda por palabras clave o la opción Ayuda en la interfaz de la aplicación.

Si aquí quisiera criticar a los traductores no tendría fundamentos: En inglés dice Application topics y sí, si me hubiera tocado ver suelta la frase Application topics sin poder probar el firmware y sin comentarios que la acompañaran también hubiera dudado ¿le pongo Temas de aplicación o Temas de aplicaciones? con el riesgo de adoptar la solución incorrecta. Se dirá que existen emuladores oficiales en los que se podría haber comprobado, pero desafortunadamente me consta que como el software para productos hardware específicos como el firmware de los teléfonos móviles se prueba al tiempo que se va desarrollando el producto original en versión en inglés, los lanzamientos se programan en base a estas pruebas y en consecuencia las traducciones deben hacerse a las apuradas, con poco o nulo margen para los mismos controles de calidad de que goza el inglés. Aunque no forme parte formal del proceso productivo, pienso que influye también el hecho de que con el fin de realizar las traducciones se tiene contacto con versiones en inglés en todos los países y ello incrementa la posibilidad de detectar las imprecisiones a tiempo, configurando una suerte de control de calidad lingüístico impropio. En lo que ataña a esta cadena, se debería haber traducido como Temas de aplicación, porque nos lleva a la lista de temas de la aplicación a que pertenece el que estamos viendo y, con la forma Temas de aplicaciones en que finalmente se tradujo, da a entender que vuelve a la lista de aplicaciones/funciones con ayuda cuando en realidad de eso se encarga la opción inmediatamente debajo, Contenido de ayuda.

«Origen» para lo que fue «Código fuente»

No es el navegador que uso como predeterminado, pero el otro día debí recurrir a Internet Explorer en cuanto la implementación de Adobe Flash para navegadores basados en Netscape, como es el caso de Firefox no ofrece tanta compatibilidad con programas de accesibilidad. No recuerdo por qué necesité ver el código fuente de una página, pero el caso es que fui a buscar tal opción al menú Ver, con la sorpresa de que no estaba. Me hizo falta explorar el menú una segunda vez para dar con la opción que traducida ahora se llama Origen:

Menú Ver en Internet Explorer de escritorio con la opción Origen resaltada

Confieso no haberlo comprobado todavía a pesar de tener el pertinente paquete de idioma, pero aun si el original se cambió a simplemente Source con el fin de adaptarse a las pantallas pequeñas, debería haberse previsto el cambio de significado cuando se cambió en la traducción. Sin perjuicio de la captura que presento a continuación de Internet Explorer 8 en Windows XP donde la opción está esperadamente como Código fuente, en tal caso hasta podría haberse puesto abreviado como C. fuente.

Menú Ver de Internet Explorer 8 en Windows XP, con la opción «Código fuente» resaltada

Conclusión

Iba a dar cuenta de más errores de este tipo de los que había hecho capturas, pero la publicación me hubiera quedado harto larga, aparte de que ya creo haber dado a entender lo que me propuse. En efecto, a veces se tiende a pensar en el hecho de señalar lo mal traducido como propio de los aficionados a las palabras, cuando lo cierto es que, como se vislumbra con gran claridad en el caso de la posición de nuestra casa que pedía el GPS como posición inicial, muchos errores de aquellos representan o pueden representar un perjuicio para el simple usuario que confía en un producto para sus actividades. En la misma línea, en teoría aunque a veces no en la práctica resulta obvio que se trata de un aspecto que las empresas con miras a liderar un sector determinado han de cuidar.

¿Y ustedes, tecnoletrados lectores, se toparon alguna vez con errores de traducción que les hayan generado confusión? ¡Espéranse sus anécdotas!

miércoles, 29 de octubre de 2014

Software y servicios en español que no deciden qué tipo de usuarios tienen

Siempre que encaramos una conversación oral o la escritura de correspondencia, por el medio que sea, los hispanohablantes evaluamos, aunque sólo sea superficial o inicialmente y lo resultante pueda irse modificando, la (in)formalidad del registro a emplear dependiendo de factores como edad de la otra persona, puesto en una escala jerárquica, cortesía y hasta a veces la clase social. El software y su documentación, no ajenos a esta peculiaridad si sus desarrolladores quieren presencia en el ámbito hispánico y en consecuencia encaran la traducción de sus productos, no es ajeno a la evaluación que, para el caso, no será de un interlocutor sino de una audiencia mayoritaria: No es igual, por ejemplo, el modo en que se dirige al usuario un producto o servicio relacionado con redes sociales al que emplean, verbigracia, herramientas de contabilidad enfocadas íntegramente a funciones productivas —sean estas en ámbitos empresariales o público-administrativos— y es más, seguro recordarán que desde hace 10 años a esta parte son numerosos los servicios (vía web y SaaS) que progresivamente se informalizaron.

Como la penetración que los dispositivos electrónicos están teniendo en nuestras vidas y que para actividades orientadas al consumo la frontera entre computadoras, tabletas y teléfonos inteligentes es difusa en cuanto los dos últimos ofrecen funciones antaño circunscritas a la PC, la falta de uniformidad en el lenguaje de algunos componentes, producto de replanteamientos de aspectos sin modificarse desde hace por lo menos treinta años, hace notorio el requerimiento de que tal uniformidad vuelva a existir.
Pongamos el caso de Windows y Office, productos estrella de Microsoft:

A lo largo de los años, logramos acostumbrarnos a que estos productos nos ustedearan, lo cual desde 2012 empezó a cambiar; cada vez es más corriente ver tanto temas de ayuda como interfaces en estos productos que nos tutean. No es mi intención pronunciarme sobre qué tan bien está que los programas informáticos se informalicen porque, además de haber oído posturas a favor y en contra, la concepción de que el tuteo es informal y el ustedeo formal no es unánime en todo el ámbito hispanoamericano, y ello sin mencionar que en un sentido amplio el formalismo o informalismo no se reduce a esa diferenciación pues abarca otros aspectos como la rigurosidad conceptual para transmitir la información; empero, sea cual sea la que se opte por seguir, considero indispensable que su elección tenga consistencia, profundizando procedimientos de revisión si fuere menester:
Para el caso de Word 2013, en el grupo Revisión de la pestaña Revisar podemos encontrar, entre otras, opciones con estos consejos informativos o, si utilizamos la terminología propia de Office sobre el particular, información en pantalla:

Definir
¿No está seguro del significado de una palabra? Descúbralo.
Sinónimos
¿Te has quedado sin palabras? Deja que te sugiramos otra forma de expresar lo que quieres decir.

Basten estos dos ejemplos reales (no tengo intención, al menos por el momento:D, de realizar cual programa de archivo una recopilación de inconsistencias del registro lingüístico que pueden hallarse en los productos actuales de Microsoft) para ilustrar el aludido fenómeno de inconsistencia. Es comprensible que las áreas cuya funcionalidad no se ha visto afectada hayan sido objeto de soslayo en la «modernización informalizadora» de los textos, pero la alternancia del registro en áreas totalmente nuevas me parece que refleja, más que desatención o desinterés de los equipos de traductores, un dilema que hasta incluso va más allá del idioma español: ¿En qué audiencia se debe pensar para productos que, además de no limitarse ya a grandes corporaciones, gozan en el terreno del consumidor de aceptación y utilización por diferentes generaciones que en otros aspectos se siguen diferenciando? En otras palabras, ¿los productos enfocados a diferentes mercados han de hablar a sus usuarios cual si estos fueran empresarios importantes, consumidores ancianos o consumidores jóvenes tratados como amigos? Puede decirse que se tiende a buscar maneras de expresión neutras pero, toda vez que la total neutralidad en el idioma sin forzarlo es utópica, reflexionar lo anterior será más que interesante.

Si en el contexto de un único producto vimos relucir este problema, más espinoso aún resulta en navegadores web y los contenidos —a menudo dinámicos— que éstos nos entregan: al registro lingüístico que emplea cada navegador debemos sumar el que caracteriza a los sitios web que visitamos y, con frecuencia, al de los programas (CMS, foro, wiki, sistema de comentarios etc.) automáticos que dirigen la interacción y la administración de contenidos sin tener que lidiar con los lenguajes de marcado detrás de lo generado. A modo de ejemplo, veamos cómo pueden entrar en conflicto el registro de un navegador y el de un sitio web determinado en una confirmación de cierre, todo en un mismo cuadro de diálogo:

¿Está seguro de que desea salir de esta página?
Si abandonas esta página, no se cargarán tus archivos.

Con la creación de Chrome a la medida de sus productos podría decirse que Google ha alcanzado en tal sentido una uniformidad casi total, pero crear un navegador web cuando existen múltiples alternativas competidoras y cuando encima el contenido tendrá que codificarse es, en una relación costo-beneficio, matar moscas a cañonazos, con lo que definitivamente no es en absoluto una solución.

Con la amalgama de contenidos introducidos a mano con otros de carácter automático, la sensación de que se está hablando a un usuario diferente no culmina en los navegadores. Así, por ejemplo, podemos encontrarnos con sitios dedicados a videojuegos que naturalmente tutean y en los que, simultáneamente, podríamos encontrar de la mano de sistemas automáticos frases como Inicie sesión o regístrese para enviar comentarios y, cuando las herramientas implicadas no sean de código abierto, no siempre los propietarios administradores de los sitios web correspondientes podrán subsanarlo.

En el ámbito de la traducción sé por experiencia [de aficionado] propia que a veces la elección se nos complica. Para el caso, todas las veces que traduzco programas tuteando pero de pronto tengo que agregar textos personalizados a instaladores cuyos estándares son de usted dudo: ¿lo traduzco tuteando de modo que parezca parte del programa específico, o, por el contrario, ustedeando porque no deja de ser parte del instalador que en última instancia no pertenece al programa principal y durante todo el proceso nos viene tratando de usted? Lo mismo me pregunto, sin que la solución que termino adoptando me acabe de parecer totalmente satisfactoria, cuando traduzco scripts para JAWS hechos por terceros que hago que tuteen y, de pronto, aparece algún mensaje destinado a integrarse con los predeterminados de este lector de pantalla que, para mi desgracia en aquellos momentos, ustedean.

Se sabe que la tecnología de consumo está mutando y, si no es que ha pasado, nos encontramos ante un estado de transición. Sobre multitud de aspectos se está planteando el mejor camino para seguir a futuro, y el rumbo del lenguaje de dicha tecnología no debería ser ajeno a la deliberación: los involucrados en los procesos de traducción deben consensuar, en aras a algo mercadotécnicamente tan importante como es que el usuario siempre sienta que lo que le muestran se dirige a aquel, sobre el registro unívoco de cada producto. Esperemos que, a medida que los vestigios de eras pasadas van desvaneciéndose, la uniformidad idiomática de otrora se vuelva a afianzar.

martes, 14 de octubre de 2014

Problema de género al traducir Checked y Unchecked que indican el estado (des)activado de un control

Una marca de verificación dentro de un rectángulo, un cuadro vacío o relleno, un círculo relleno o no con otro más pequeño y simples marcas de verificación a la izquierda de los elementos en algunas listas, como artificios que posibilitan las interfaces gráficas, son cualitativa y cuantitativamente más que suficientes para indicar, por sí solos, si un control dentro de un programa informático está o no activado; el inequívoco significado de estos gráficos harían innecesario, naturalmente, preocuparse de conceptualizarlos de manera rigurosa.
A veces se decide indicar estos estados de forma textual con On y Off que, como explicara hace tiempo Pablo Muñoz Sánchez, ocasionalmente plantean problemas de traducción al haber únicamente dos cadenas genéricas para todos los casos, pero sirviendo como último recurso echar mano de Sí y No. En cualquier caso, esta aproximación suele estar circunscrita al contexto de una aplicación o juego determinado, ¿pero qué sucede cuando los escenarios en que se emplearán las cadenas escapan incluso al control de los propios desarrolladores?
Tal es el caso de los lectores de pantalla, cuyos fabricantes pueden construirlos previendo el comportamiento de un sistema operativo y la compatibilidad especial con un cúmulo de aplicaciones de uso extendido, pero en ningún caso la variedad de software que a cada usuario podría ocurrírsele utilizar. Así pues, resulta que a los gráficos que aparentemente se expresaban por sí solos es necesario asignarles equivalentes orales y en braille que, por su puesto, han de traducirse.
Exceptuando al Narrador de Windows —aun con la gracia que causa en Vista y 7 con La casilla Tal está comprobado o La casilla Tal está sin comprobar al referirse a casillas de verificación activadas o desactivadas, evidente falta de contexto al traducir que se corrigió en Windows 8—, la mayoría de lectores de pantalla tiene sendas cadenas para Checked y Unchecked que se utilizan para el estado tanto de casillas de verificación, botones de opción/radio, elementos de menú y elementos de listas. Mientras para botones de opción/de radio/circulares el género masculino en (no) marcado o (no) verificado por el que están traducidas las cadenas es adecuado, no lo es tanto cuando se trata de hacer referencia al estado de casillas de verificación o, incluso, cuando en una lista alguna aplicación trate a los elementos con una denominación menos genérica que pueda ser femenina (carpetas, vistas, impresoras, características, funciones, etiquetas, canciones, imágenes, actualizaciones, plantillas, citas, tareas, reuniones, notas, páginas, ciudades y un inacabable etc.).
La solución ideal, obviamente, sería que en todos los lectores de pantalla populares hubiera cadenas para el estado de diferentes controles y así poder traducir el estado con el género correcto. Desafortunadamente no podría optarse en este caso por la solución de Sí o No que propone Pablo Muñoz Sánchez y que es muy buena para cuando el texto acompaña a las opciones, porque con frecuencia se responden preguntas por sí o por no a través de botones de radio, a modo de que lo elegido no se tome hasta no confirmarlo con un botón ordinario como Aceptar o Siguiente.
Quedaría entonces buscar una alternativa para describir estos estados en que no importe el género del control. Examinemos, dada su popularidad, las descripciones físicas que da sobre estos controles verificables el lector de pantalla JAWS for Windows en su programa de carácter didáctico HJPad, concretamente en el «Árbol de controles de Windows»:
Elementos verificados en menús
El gráfico de una marca de verificación aparece a la izquierda del elemento de menú que está verificado. Este gráfico está contenido dentro de un rectángulo.
Casilla de verificación
Un pequeño cuadro a la izquierda de una opción y, cuando la casilla de verificación está activada, una marca de verificación o una X aparece en dicho cuadro. Cuando el elemento no está verificado, el cuadro está vacío.
Botón de opción
Tiene la apariencia de un círculo vacío si no está marcado. Cuando lo está, este círculo contiene un círculo relleno más pequeño. Los botones de opción se encuentran a la izquierda de la opción que representan.


Con diferentes variantes, en todos los casos se advierte que la verificación implica visualmente el relleno de alguna figura. Da lugar a pensar que podrían indicarse estos estados como con relleno y sin relleno, pero en programas de cierta naturaleza visual como pueden ser los ocupados a la hora de crear presentaciones se prevé la noción de relleno para aplicar a las formas; ¿qué pensaría un usuario no experimentado, independientemente de lo gramaticalmente correcto que resultarían casilla de verificación sin relleno y botón de opción sin relleno, si en PowerPoint oye al lector decir Sin relleno botón de opción con relleno? Desgraciadamente llevaría a confusión, ergo la propuesta queda descartada.
Algo similar ocurriría si nos decantáramos por con marca y sin marca. Aparte de que ya un programa del popular Microsoft Office como es Outlook ya se vale del término marca como significante del signo asignable a elementos como tareas o mensajes de correo electrónico para destacarlos, seguirlos o hasta filtrarlos, de decidir esta alternativa confundiríamos a quienes se avoquen a la creación de contenidos protegibles con marcas de agua.
Con verificación y sin verificación no acarrearían ningún problema de ambigüedad ni gramatical pero, aunque tengo curiosidad por sus opiniones al respecto, personalmente creo que en boca de los sintetizadores de voz suena un tanto forzado.
Tal como en ocasiones se ha visto que nombran quienes han localizado estas descripciones en JAWS, podría llamarse a las casillas de verificación cuadros. Entendido en el contexto informático tal nombre solucionaría los problemas de índole lingüística que surgen en español al respecto, pero hoy día la traducción casilla de verificación está más que arraigada en ayudas y manuales.

¿Y entonces?

En vista de no existir alternativa perfecta, habrá que conformarse con «la más mejor». Las indicaciones visuales hacen los conceptos de programación transparentes al usuario, pero lo cierto es que si tomamos a botones, casillas y demás como tipos de controles y la situación en que se encuentren (verificados/marcados, abiertos etc.) como estados de los mismos, al final el género masculino no es tan improcedente. Aunque no sea común a todos los lectores de pantalla ni menester de esta entrada exponer el procedimiento para hacerlo en cuanto se halla documentado, JAWS permite a través de sus esquemas de voces y sonidos definir sonidos de reemplazo para distintos estados y tipos de controles, lo que aparte de la mayor velocidad de navegación supone, para los controles discutidos, eliminar toda posible incorrección gramatical o ambivalencia.





martes, 7 de octubre de 2014

El caradurismo del amplio uso de las comillas inglesas

En español, como muchos ya sabrán, se utilizan esencialmente tres tipos de comillas diferentes: las «angulares/latinas/francesas/españolas», las “inglesas/curvas” y las "rectas" que son más propias de máquinas de escribir. El Diccionario también nombra las ‘comillas simples’.
En el Diccionario Panhispánico de Dudas, la RAE comenta que, para textos impresos, en primera instancia se recomienda utilizar las angulares. ¿Qué nos dice al respecto la Guía de estilo de Microsoft para español? Echémosle un vistazo.

However, with the widespread use of English texts and translations, that generally use the English soft text as the basis for the new translated text, curly quotes (“”) are seen in Spanish printed material. In Microsoft Spanish documentation, curly or smart quotes will be used in normal text.

Lisa y llanamente me parece un disparate, y aparte de que aun en traducciones veo en los libros las comillas angulares con más frecuencia de lo que implícitamente se sugiere en esta guía, procedo a explicar por qué:
Ya que hablan de widespread use, abordemos ese supuesto uso extendido primero. Que lo afirmen ellos es un tanto caradura, pues sin duda es una costumbre que potenció (si no generó) el reemplazo predeterminado que desde tiempos inmemoriales realiza Word en nuestro idioma, producto esta vez no de un tema programático sino de desatención del primer equipo que preparara las herramientas de corrección en español, en cuanto al trabajar en otros idiomas como alemán, francés o griego sí se emplean las comillas adecuadas. Cual si fuera poco, ¿por qué se ha terminado por recomendar que el juego de caracteres ISO8859-1 se parsee como si en realidad fuese Windows-1252?

Detengámonos ahora en qué tan (im)posible es en el caso del software emplear las comillas angulares. Es una perogrullada, pero todas las variantes de Unicode tienen por supuesto estos caracteres; los estándares ISO8859-1, ISO8859-15 y Windows-1252 también. A no ser que se desee proporcionar compatibilidad hacia atrás con componentes que sólo admiten un conjunto Ascii limitado de 7 bits (léase sin caracteres internacionales), el único problema real que quedaría es el de las fuentes: Por supuesto que habrá algunas que carezcan de las comillas angulares, pero es tan factible como encontrarse con las que no tienen letras acentuadas, la ñ y caracteres como los signos de interrogación y admiración de apertura, sin que por ello se haya optado en ninguna traducción de software seria desde los 90 para acá (algunos recordarán casos de otrora como los juegos para Spectrum) por omitir los acentos y cambiar la ñ por ni. En todo caso, la mayoría de sistemas operativos actuales son capaces de buscar una fuente compatible con lo que haya que mostrar.

Las raíces de esta problemática de la mano de Microsoft a la que aludí tiene más de 20 años. A sabiendas de no ser sino una expresión de deseo, espero que a la Real Academia se le dé, en algún momento y aprovechando que tiene ciertos acuerdos con esta empresa, debatir el tópico con Microsoft. Roguemos que ocurra antes de que, como para el caso de solidaridad que magistralmente ha explicado Valentín García Yebra, sea demasiado tarde.

domingo, 5 de octubre de 2014

Mito de las mayúsculas no acentuadas en el Nokia E5

Todo hispanohablante, en algún momento de su vida, ha creído o escuchado mencionar que las letras en mayúscula van sin tilde, al punto de que actualmente no sorprende verlo. Tal afirmación tenía justificación en el siglo XIX y antes de fines del 20, en que las máquinas de escribir «imprimían» mediante martillos y al intentar acentuar letras mayúsculas, por la distribución de los mecanismos éstos se atascaban produciendo una grafía cuanto menos retorcida; hoy, que este problema no ataña a los soportes magnéticos y que la disponibilidad de fuentes y juegos de caracteres no supone un inconveniente, no es más que un mito del que hasta la propia Real Academia Española ha tenido a bien dar cuenta.

Con lo obsesivo que soy en lo que concierne a escribir correctamente, me gusta que este celular que tengo posea en su teclado QWERTY teclas específicas para el acento (que hasta para las diéresis se comporta igual que en el teclado de la PC), la ñ y hasta para abrir admiración o interrogación, todo ello sin acudir a ningún menú de símbolos. Empero, me desilusionó un comportamiento en línea con el mito que comento: Si la siguiente letra a escribir será en mayúscula, al pulsar la tecla del acento se imprime el carácter ´ y luego la letra en mayúscula normal (p. ej. ´E), debiendo si quiero acentuar correctamente una letra en mayúscula recurrir al botón CHR o el menú de símbolos cual si tales caracteres no estuvieran en el teclado. Considerando que la tecla está me resisto a creer que sea un problema de desarrollo sino más bien del equipo que implementó la escritura en español, pero por otro lado las opciones con letra acentuada inicial en este sentido están bien escritas, tal como se aprecia en estas capturas:

A todo esto, veo que nos hallamos en el preocupante panorama de que el mito sigue fomentándose desde sectores profesionales a través de implementaciones como esta, lo cual no ayuda a erradicarlo. ¿Vieron ustedes, leales lectores, casos similares en los teclados físicos o virtuales de algún celular, tableta, agenda electrónica o cualquier otro aparato afín del que hayan dispuesto? ¿Cómo lo resuelven? ¡Anímense a comentarlo!